La luna, el objeto celeste mas cercano y luminoso de la noche, ha subyugado a los hombres desde siempre, inspirando a poetas y a pintores con su mágico influjo. No es de extrañar pues que la encontremos, unas veces escondida en la esquina de algún cuadro, otras, alumbrando escenas nocturnas, otras, protagonista solitaria y misteriosa llenando el lienzo con su fascinante presencia.
Complice de secretos nocturnos, veladora de sueños, compañera de soledades y desamores en noches solitarias, que hace brillar con misteriosos tonos todo lo que toca con su lánguida luz blanca, musa de poetas de todos los tiempos, le dedicaré a ella este apartado del blog en esta noche de luna llena de marzo.
Se trata de una muestra de escenas con luna en pinturas de los siglos XIX y XX, ordenadas cronológicamente:
Complice de secretos nocturnos, veladora de sueños, compañera de soledades y desamores en noches solitarias, que hace brillar con misteriosos tonos todo lo que toca con su lánguida luz blanca, musa de poetas de todos los tiempos, le dedicaré a ella este apartado del blog en esta noche de luna llena de marzo.
Se trata de una muestra de escenas con luna en pinturas de los siglos XIX y XX, ordenadas cronológicamente: